Señor mi Dios Omnipotente y verbo de divino, tú que nos has permitido llegar a este día, Ilumínanos con tu poder, para que durante este día no caigamos en pecado alguno.
Bendice nuestros pensamientos, para que se acoplen a tu bondad y no a la nuestra, llénanos de las más tiernas palabras, para que no ofendamos a nuestros hermanos.
Guía nuestra jornada de trabajo, Imparte tu luz a todos nuestros afectos, remedia los corazones enfermos, derriba del pecado al humano.
Permite que en este día, no nos falte el alimento, que por medio de nuestro trabajo, y dignamente lo llevemos al hogar.
Te encomiendo a aquellos, que enfrentan tribulaciones, a las familias que en discordia están, y a los que atraviesan el sufrimiento.
Por los presos y los enfermos, por nuestros hermanos, Y por mi conversión en este día, te suplico tu bendición.
Amén.