Milagrosa Oración a la Virgen María .

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Amada Madre, te entrego mi corazón para hacerlo más humilde y amoroso.

Mi corazón es el único tesoro que puedo darte reina del cielo, nada tengo y nada soy.

Sólo tengo este sentimiento tan grande y tan hermoso de saberme acompañado por ti.

A pesar de mis múltiples errores y mis tropiezos con paciencia y amor junto a Jesús vas moldeando mi espíritu.

Madre te doy gracias porque eres maestra paciente, más allá de mi pereza y mi necedad ves mis dones y de esta manera me enseñas quien soy y lo qué realmente valgo.

Me animas a continuar adelante siempre con una ternura que pareciera que no tuviera fin.

Pareciera que estuvieras decidida a salvarme con un amor tan profundo como el que sientes por cada uno de tus hijos.

Aquí en este momento siento tu compañía, mis manos toman tus manos, estás sanando mis heridas y mi enfermedad.

Tomas mis manos así como soy y como fui, me estás enseñando que cada día puedo ser nuevo, bendecido en tu inmaculado corazón. Tu amor, amada Virgen María, es celestial.

Gracias Madre por sostenerme, darme aliento y un camino hacia Jesús, hacia Dios.

Amén.

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