Señor, aquí estoy delante de ti para pedirte que me metas en tu corazón en este nuevo día. Te suplico que me des paciencia y serenidad para poder enfrentar el paso del tiempo.
Dame la posibilidad de vivir cada instante con todas las ganas y las fuerzas que necesito para no tenerle miedo al paso del tiempo.
Que entienda que esa es nuestra condición humana y que tengo que seguir hacia adelante.
Ayúdame a sanar las heridas del pasado, esas que no me permiten ser feliz.
Quiero alabarte en las alegrías, pero sobre todo, que en las dificultades pueda levantar mis manos al cielo y decirte en medio de mis tropiezos: Bendito seas, mi Dios.
Gracias por atenderme y por mostrar tu misericordia en mi vida.
Que pueda sentir que soy importante para Ti y así no tenerle miedo a nada. Tú sabes que te amo y abro mi corazón para que lo llenes.
Gracias por todo lo bueno que haces en mi vida, sin ti no puedo hacer nada.
Abre caminos de bendición para mí, que me sienta siempre bendecido por ti. Sé que me vas a guiar, sé que me estás llenando de tu poder, de tus manos poderosas está cayendo dones maravillosos, una lluvia abundante de Espíritu Santo que me dará la fuerza que necesito para salir adelante.
Yo confío en ti, creo en ti, tengo la certeza de que me amas y que me regalas innumerables bendiciones.
Porque descubro que estar aquí es un don maravilloso que viene de ti, que me mantiene en la vida, que me da vida, que me regala salud, que me muestra que estás siempre conmigo.
Espero en ti, por eso creo que me darás siempre tu compañía. Me gozo en i, me alegro de tu amor en esta mañana, regalo de tu infinita misericordia.
Amen