Bendito sea, mi Señor, en este instante en el que me siento en tu presencia, esta noche tranquila que me regalas al lado de los míos, esta noche de esperanza. Sé que pueden faltarme muchas cosas, pero lo fundamental está siempre conmigo; la serenidad que brota del saber que me amas y que siempre me proteges es mucho más grande que todas las cosas.
Regálame una actitud calmada frente a los demás, dame la serenidad necesaria para entender y relacionarme con los demás, que trabajemos juntos por una felicidad compartida.
Que aunque nuestros objetivos sean diferentes, tu amor nos haga crecer en la fe. Gracias porque me pusiste en un mundo en el que puedo trabajar y aprender con los que me rodean. Dame ahora otros ojos con los cuales pueda ver todo lo que me has regalado y vea la bendición. Estoy agradecido y animado a continuar, no quiero quedarme en lo que no tengo sino en tus bendiciones.
Qué bueno es verte cada vez mejor, conocerte y darme cuenta de que siempre has sido quien se preocupa por todos, porque haces salir el sol sobre buenos y malos.
Bendigo tu nombre porque jamás te olvidas de tus hijos, jamás descuidas nuestro corazón porque ese corazón de cada uno de nosotros es tu hogar.
Te alabo y te bendigo en esta noche y mi corazón canta con fuerza.
Amén 🙏