San Bruno.
Un día como hoy fallece San Bruno en Italia en el año 1101.

Oh bienaventurado San Bruno, muy amado del Señor, hombre de sentir puro y profundo, compasivo, piadoso y bueno con todos, colmado de fe y de amor a Cristo y los hombres que amaste la austeridad, la soledad y el silencio; pasaste tu vida en penitencia y oración y fuiste consejero espiritual para pobres y ricos, tú que conoces lo que es sufrir por falsas acusaciones, malicias, venganzas, humillaciones y difamaciones escucha mis plegarias y llévalas ante Dios.
San Bruno, Santo fundador de la Orden de los Cartujos donde fuiste, padre, amigo y confesor de los monjes, y con tus sabias indicaciones y tu buen obrar ayudaste al que sufría de alma y cuerpo, te ruego alivies todo lo que me causa temor y desasosiego e intercede por mi salud de alma, cuerpo y mente.
San Bruno, alma de Dios elegida, de nobles sentimientos, paciente y entregado, que diste sobradas pruebas de santidad y virtud y eres invocado para que nos des protección y defensa cuando nos sentimos indefensos y desamparados, acude hoy hasta mí, pon tu mirada sobre mí, aleja todo enemigo, todo lo que me cause malestar y ayúdame a recuperar mi estabilidad emocional para que en mi vida haya calma y serenidad.
Destierra para siempre de mí, y de mi alrededor, todo espíritu del mal, toda mala persona, toda malicia, codicia y maldad, protege a mi familia, trabajo, negocio y hogar para que no suframos ataques del enemigo, y aleja a la gente perversa y falsa de nosotros.
Que tu protección sea nuestra defensa contra toda magia, ya sea adquirida o enviada, contra toda sanación, conjuro, maldición o brujería; que tu amparo sea nuestra seguridad para no ser dañados por envidias ni malos ojos.
Que tu fortaleza sea nuestro escudo para no ser afectados por las malas lenguas, los chismes, las intrigas y las difamaciones y para que las envidias, los rencores y odios no puedan llegar hasta nosotros, y en especial, San Bruno, te pido ayuda para: (exponer el problema y el favor que se quiere conseguir)
Tú que siempre fuiste amable y tuviste una sonrisa para dar alegría a los demás, tu que fuiste justo y supiste perdonar, haz que sepamos perdonar a los que nos incomodan, danos la fuerza y la constancia necesarias para combatir el mal con el bien, y enséñanos a ser humildes y benévolos para saber disculpar a los que nos hieren y mortifican con sus injusticias, perversidades y agravios.
Por tu gran corazón y por los milagros obrados atiende mi pedido y haz que se cumpla lo que solicito, aleja de nosotros todo mal y adversidad, y defiéndenos con tu protección de nuestros enemigos.
Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor y nuestro amigo y hermano, a quien sea dada la alabanza, la adoración, la gloria y la acción de gracias por todos los tiempos.
Amén.